Hace años descubrí la plataforma de Amazon KDP, os contaré en otro post sobre ella. Hasta entonces me había limitado a compartir mis historias pasándoselas a mis amigos o a través de internet.
Autopublicar significa que tienes que currártelo tú todo: desde diseñar la portada, a maquetar el interior del libro (por dos si quieres publicar ebook y papel), desde corregir y revisar contenidos a publicitarlo… como decía la niña del anuncio «todo, todo y todo».
Y ahí está la parte más complicada: ¡llegar a cuanta más gente posible! Las redes sociales ayudan pero sigue siendo muy muy muy difícil salir de tu círculo.
Os contaré en otro post algún truco para conseguir llegar al número uno y hacer así más visible vuestro libro.
Pero todo el esfuerzo y trabajo compensa con creces cuando recibes tu copia impresa y la tienes en tus manos o cuando lees tu primera review…
Desde aquí os animo a seguir vuestro sueño y publicar. Puede que nunca lleguemos a estar en ninguna estantería de grandes librerías pero ¿y lo bien que quedan nuestros libros en la de nuestro salón?